Hoy
sólo pido para ti.
Hoy
sólo pido un deseo y no es mio.
Sólo
quiero robar un rayo al sol, un destello a la luna,
arrancar
un trozo de brillo a la estrella más lejana.
Hoy
sólo pido un poco de luz. Luz para tus ojos.
Mi
deseo es sencillo, grato.... humano.
Sólo
quiero verte sonreír de nuevo, ver tu mirada viva.
Quiero
que abandones las sombras que te acosan, la oscuridad que te
persigue; que sortees con facilidad las trabas que tus ojos
ponen en el camino.
Quiero
que las manos dejen de ser tu único sentido, que tu instinto
te abra el paso.
Quiero
que dejes.... de imaginar, de intuir, de creer en algo que no ves.
Sólo
quiero que tu destino esté lleno de luz y contemple todo
aquello que te pierdes, todo con lo que sueñas, todo lo que
oyes, todo lo que está, aunque no exista si no se ve.
Que
no vuelvas a hablar a las tinieblas y la nada te conteste.
Que
no discutas con la negrura y el vacío te responda.
Ojalá
veas lo más insignificante: la mancha de una tele vieja, el
rojo incandescente en el acero de una estufa, el dorado de un
hornazo, el glaseado de un bollo, la bandera en una talanquera, el
vapor de una paella.
Ojalá
aprecies lo más valioso: la risa de un bisnieto, la alegría de
una hija, la armonía en una mesa, la felicidad de unos
padres, el devenir del tiempo, las arrugas de una piel enjuta, las
canas que el destino dibujó con gracia.
Que
nos hables y nos miremos a los ojos, que vean lo que muestran, que
salgan a la superficie y escapen de ese mar de lágrimas, esas que
ahora separan..... tus ojos de los nuestros.
Hoy solo pido un poco de luz, Luz para
tus ojos.
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