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lunes, 28 de mayo de 2012

España, tocada y.... casi hundida.

     Austeridad; capital de España. Berlín; capital de España. París; capital de España. Cataluña; República independiente de Europa. País Vasco; Nación independiente Europea.
     ESPAÑA. Pierde su identidad. Su sello. España se hunde, y nadie coge un salvavidas y se lo echa al mar.
    
     España ya no es nuestra, ahora es de Europa. Es un experimento de tecnócratas del viejo continente cuyo único fin es el comprobar cuales son las fisuras y cual es el límite del nuevo sistema europeo. Es un experimento sociológico por saber cual es realmente el aguante de su población.
     España ya no existe, se desquebraja. Solo estamos a la espera de que se repartan el pastel. Un pastel pequeño y nada apetecible, pero porcionble al fin y al cabo.
     
     Causas: Los jóvenes descontentos se manifiestan por la educación; los parados, por la situación laboral; los sindicatos, por la reforma laboral; docentes, rectores y alumnos, por recortes en educación; los antisistema, por el sistema actual; los laicos por el beneplácito a la iglesia; los pro-familia por el ataque a ésta; médicos, enfermeros, por la sanidad publica.
     La gente se echa a la calle por: los desahucios, los abusos de bancos, por reclamar una vida digna y por que les digan simplemente qué pasa.
     España no les escucha, les da la espalda: la monarquía se debate a tiros; o a niños o a paquidermos, otros se reparten el poco dinero que queda amparándose en ong`s ficticias. Dos de las tres Españas se reunen para borrar el himno a base de pitidos e insultos, otra, sale a la calle como pandilleros a evitarlo. Los políticos se dividen, otra vez, en cada una de las situaciones que acontecen.
     Argentina nos expropia una de la 5 grandes empresas que tenemos; Bolivia, otra; Gran Bretaña nos quita hasta el agua que antaño bañaba nuestro peñón, su población, de sangre española lo aplaude, no quieren saber nada de aquella nación que les vio nacer, no quieren ni oír que pudieran volver a ser españoles.
     Hacienda investiga a sus propios partidos, les descubre el fraude y luego lo justifica y su justicia los cubre. Pide dinero público a su pueblo para donarlo a bancos donde antes ellos manipulaban a su antojo, no depuran responsabilidades pero sí exigen apoyo. Primero cuatro mil, luego siete mil, diez mil, diecinueve mil y por fin todo, lo que haga falta, hasta incluso sin nada a devolver, a fondo perdido. Nadie dice nada. Ni unos ni otros, porque todos estuvieron y están en ese barco varado, saqueado por piratas políticos.
     Acciones que caen en un día todo, al fondo, y  tardan solo 24h en recuperarse y hacer ricos a unos cuantos, los mismos, los de siempre, ellos, los que crearon este agujero por el que sacan a escondidas sacos de dinero en forma de rentabilidad infame. Especulación bursátil que da paso a la añorada inmobiliaria. Mercados que buscan excusas por todos los sitios y de todos los colores para meter miedo el pobre y volver a enriquecer al rico.
     Ahora nos enteramos de los despilfarros que hubo, ahora nos enteramos de los devaneos que hay, ahora nos enteramos de los favoritismos que existen. Instituciones que no pagan impuestos y que además reciben subvenciones y ayudas, cientos de edificios públicos no utilizables, aeropuertos y estaciones no rentables, ayuntamientos endeudados de por vida, administraciones inútiles, consejerias, delegaciones y demás organismos que nadie sabe para que valen ni lo que cuestan, un parque automovilístico comparable al de USA, una deuda que triplica el PIB, un activo laboral que tiene que acarrear con el 75% del resto de la población. Una situación insostenible. Pero, ¿como pudo antes sostenerse?, tampoco se podía, pero se miraba a otro lado, sabiendo que un día se frenaría todo y explotaría en las manos, solo faltaba saber en las de quién, y por eso había que soltar la mecha pronto, pasársela al otro rápidamente, mientras nos embolsábamos unos cuantos miles más a el bolsillo.
     Esto es España. Un país donde cada mañana se sigue debatiendo si el café es de izquierdas o derechas, si los donuts son mejores ahora o cuando Franco, si nos daba por culo mejor Zapatero o Rajoy; y con lágrimas nos acordamos de aquellas putadas, ya lejanas, que nos hicieron los Gonzalez o Aznar.

     España del pillaje. Todo el que puede se lo lleva: Famosos, alcaldes, monarcas, presidentes, banqueros; etc...... y nadie dice nada, bueno, sí, ¡y tú más!. Nadie devuelve nada ni lo paga con nada. Abaratamos la retención de dinero negro, y el despido libre; y lo hacemos porque España está de oferta, está de saldo con un interés que roza casi el 7% en su bono a diez años. ¡Bah!, quién durará tanto.
     Y qué importa, que más da, esto es España: somos los de la Roja, los campeones del mundo, de la Eurocopa, los de los 100 puntos, los de los 100 goles, los de Pep y Mou, Mesi y Cristiano, los del Rey de la Tierra, los veloces de GP, los MVP del Basket y los del llorón del Alonso.
     Con deportividad todo se consigue, dicen. Por eso tenemos una clase política llena de regates, de quiebros a la verdad. Unos partidos que a toda velocidad intentan pasar por las urnas para tener cuatro años de saqueo indiscriminado. Unos lideres que igual les da ponerse la camiseta del Madrid en la Cibeles que la del Atleti en Neptuno, con tal de salir en esa foto añeja, de sonrisa falsa, color rancio y crucifijo y santo detrás. Salir al palco de turno, o al altar de catedral típica y decir lo mismo, lo de siempre: Gracias, sois los mejores, seguir así.

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