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viernes, 11 de noviembre de 2011

El Muro

     Yo he visto el fin muy de cerca. Lo he tenido a escasos centímetros. Yo he visto cómo se paseaba jocosa e irónica sin saber si detenerse o no. La he visto pararse, dudar y después seguir. Yo he visto cómo llamaba a las puertas de una casa, cómo hacía guiños al invitado, cómo dejaba en la mesita la tarjeta de visita, la cita con el infierno, el certificado de no admisión a el paraíso. 
     Yo he visto cómo ellos se negaban a marcharse de aquí, cómo se aferraban a una vida poco digna ya en sus cuerpos. Cómo el alma les transmitía las últimas gotas de energía. Cómo temblaban de miedo irremediable, por su fría presencia. 
     Les he visto perder la cabeza, arrastrar su cuerpo... cerrar sus ojos casi para siempre. La he visto a ella hacerles tropezar con su apero tenebroso, reírse de su torpeza senil. La he visto impasible e impertérrita a su lado, a la morbosa espera, a la llegada del día, de la hora señalada. 
     La he visto en árboles, encaramada a ellos, viendo desde esa perspectiva su futuro, su inmediato destino; pasear por patios y jardines, descansar al lado de una piscina con los pies en el agua y su túnica negra mojándose en la orilla. 
     La he visto juguetear con tubérculos arenosos mientras esperaba, ir de visita al hotel de la longevidad, mirar informes, hacer cálculos. 
   
     No es todopoderosa, aveces falla. La he visto pasearse por pasillos y plantas totalmente perdida, asomada a las ventanas en busca de su objetivo. La he visto desesperada cómo subía a la última planta y bajaba al sótano golpeando la puerta del ascensor. La he visto puerta por puerta, asomada con cara angelical, como un comercial de libros ofreciendo su última edición. Ofertando su descanso eterno. 
     
     ....Yo he visto a la mujer de cabellos ondulados de sierpes...
    
      Pero no era mujer, no llevaba sierpes. Se ocultaba bajo una capucha, y se refugiaba detrás de una hoz sedienta. Una guadaña con la que golpea exasperada las puertas del cielo.


     Yo he visto el fin. He estado muy cerca de él. Es cómo un grupo de rock, rápido y dramático, frío y violento; capaz de hacerte llorar y sentir al mismo tiempo; simple y sencillo... liviano. 
     
     Es eterno.... como un muro.







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